jueves, 7 de agosto de 2008

Teorías robustas de la verdad


Algunas teorías sostienen en común que la verdad es un concepto robusto (a veces inflacionario). Todas esas teorías sostienen que la gramática superficial que parece predicar verdad o falsedad, como "que la nieve es blanca es verdad" pueden ser tomadas en serio. La verdad es una propiedad, tal como el rojo es una propiedad de un granero en la sentencia "el granero es rojo". La tarea, para tales teorías, es explicar la naturaleza de esa propiedad. Así pues, de acuerdo con esas teorías, la verdad necesita explicación y es algo sobre lo cual se pueden decir cosas significantes:

La teoría de la correspondencia de la verdad o adecuación
También conocida por la teoría de la adaequatio y la noción más extendida de verdad (debida probablemente a la influencia de Tomás de Aquino en el pensamiento occidental): adaequatio rei et intellectus. La verdad se entiende como una relación de concordancia entre el lenguaje y su referente extralingüístico. Sin embargo, ¿puede ser el lenguaje una identidad equivalente a lo que se refiere (esto es, al mundo físico y material)? Eso mismo sostiene Wittgenstein en su legendario Tractatus logico-philosophicus: el lenguaje -como proposiciones lógicas- es una figura de la realidad. Y eso mismo se encarga el autor austriaco de desmantelar en su obra posterior: el lenguaje puede obtener diferentes significados y usos en un mismo hecho, porque no existe una conexión lógica (no tiene por qué haberla, al menos) entre lo que se propone y lo que es en realidad. El lenguaje puede intentar representar la realidad, pero tal intento, por muy bien construido que esté, es posible que no figure al mundo ni por asomo. Según la versión tomista de la adecuación, es el intelecto el que debe adecuarse a la realidad (asimetría adecuacionista): debemos pensar las cosas conforme con lo que son. Si bien nos enfrentamos a otro problema epistemológico: ¿qué son las cosas en sí?, pues si la verdad es lo único que nos puede dar a entender las cosas en sí, definir a aquélla con esto y esto con aquélla es un mero círculo vicioso.

La teoría de la coherencia ve la verdad como coherente con algún grupo específico de sentencias o, más a menudo, de creencias. Por ejemplo, una de las creencias de una persona sólo en caso de que sea coherente con todas o casi todas de sus otras creencias. Normalmente, la coherencia es tomada para implicar algo más fuerte que mera consistencia: la justificación, evidencia, y comprensión del conjunto de creencias son restricciones comunes.
La teoría del consenso sostiene que la verdad es cualquier cosas que es acordada, o en algunas versiones, que podría llegar a ser acordada, por algún grupo específico.
El Pragmatismo ve la verdad como el éxito de consecuencias prácticas de una idea, por ejemplo, su utilidad.
El constructivismo social sostiene que la verdad es construidad por procesos sociales, y que representa los esfuerzos de poder dentro de una sociedad.

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